domingo, 15 de abril de 2012

TOLEDO DE NOCHE

























   Brujas, amores prohibidos, la noche toledana... Combinaciones malditas que casi siempre terminan en tragedia. El callejero toledano esconde topónimos que nos trasladan a un pasado más místico que el actual. Un pasado en el que se confiaba en la magia, en las pociones, en la brujería de diversa índole para atajar males de amores; dolencias o solventar por la vía rápida otro tipo de cuestiones más mundanas.

"Cuenta la leyenda que, durante la Antigüedad, muchos seres infernales, magos, brujas, astrólogos, nigromantes, sortílegos, hadas y duendes, vinieron a poblar el montículo rocoso que luego sería Toledo. Protegidos por hechizos infernales mostraron a algunos de los habitantes de aquella ciudad los secretos de la nigromancia, la cábala, la alquimia y otras artes malditas que desde entonces fueron conocidas como las "ciencias toledanas". Este cúmulo de saberes prohibidos permaneció oculto durante siglos en herméticos manuscritos, o quedó grabado en la piedra en forma de símbolos, sólo accesibles para quienes supieran interpretarlos..."

TOLEDO
































Toledo es conocida como «La ciudad Imperial» por haber sido la sede principal de la corte de Carlos I y también como «la ciudad de las tres culturas», por haber estado poblada durante siglos por cristianos, judíos y musulmanes.
La ciudad está situada en la margen derecha del Tajo, en una colina de cien metros de altura sobre el río, el cual la ciñe por su base, formando un pronunciado meandro conocido como Torno del Tajo.